Descarrilamiento del Tren Interoceánico deja muertos y heridos en el Istmo de Tehuantepec

OAXACA.- Un accidente ferroviario registrado la mañana de este 28 de diciembre transformó un viaje de fin de año en una escena de caos y desesperación. El Tren Interoceánico de la Línea Z se descarriló en el tramo Chivela–Nizanda, provocando la muerte de 13 personas y dejando 98 más lesionadas.

El convoy transitaba entre lomas y selva cuando ocurrió el percance. Pasajeros relataron una fuerte sacudida seguida del ruido del metal y el desprendimiento de vagones. Dos de ellos cayeron a un barranco y uno más quedó atravesado sobre las vías, atrapando a personas en su interior.
Dentro de los vagones, el ambiente era de pánico. Niñas, niños y personas adultas lloraban mientras algunos pasajeros intentaban liberar a quienes quedaron atrapados. Maletas, asientos dañados y estructuras retorcidas complicaban el paso para salir del tren.
Las labores de rescate se extendieron por varias horas debido a las condiciones del terreno. Al no existir accesos carreteros cercanos, los equipos de emergencia tuvieron que caminar por la vía férrea para llegar al sitio del descarrilamiento. Se desplegaron ambulancias terrestres y aéreas para la atención de las personas heridas.
Autoridades informaron que 139 pasajeros se encuentran fuera de peligro, mientras que 36 personas continúan hospitalizadas. En total, en el tren viajaban cerca de 250 personas, entre pasajeros y tripulación.
Mientras continúan las investigaciones para esclarecer las causas del accidente, el descarrilamiento del Tren Interoceánico deja una profunda huella en las familias afectadas y en la región del Istmo de Tehuantepec, donde la mañana quedó marcada por el silencio, los fierros retorcidos y la tragedia.




