
El gobierno de Estados Unidos ejecutó una operación militar directa en territorio venezolano mediante el uso de drones, dirigida a una instalación portuaria presuntamente vinculada a actividades logísticas del narcotráfico.
De acuerdo con información oficial, el muelle atacado era utilizado para el almacenamiento y embarque de sustancias ilícitas por parte de una organización criminal trasnacional. La operación fue coordinada por agencias de inteligencia estadounidenses y se llevó a cabo sin que se reportaran víctimas mortales, ya que no había personas en el lugar al momento del impacto.
Como parte de sus estrategias de vigilancia y combate al tráfico de drogas, Estados Unidos mantiene activos drones de largo alcance en el Caribe, los cuales han sido utilizados para monitorear rutas marítimas y puntos estratégicos.
El presidente estadounidense confirmó públicamente la autoría del ataque, al señalar que se produjo una fuerte explosión en una zona utilizada para el traslado de drogas por vía marítima.
Hasta el momento, el gobierno venezolano no ha emitido un comunicado específico sobre el ataque, aunque autoridades del país han denunciado en días recientes una serie de acciones que consideran amenazas y agresiones externas.




