Exmaestro de Educación Física y paramédico: el hombre asesinado en Chignahuapan
Carlos N., originario de Acatlán de Osorio, fue identificado como la víctima del trágico asesinato en Chignahuapan el pasado 4 de noviembre, un evento que ha generado una profunda consternación en su comunidad y en quienes lo conocieron.
Carlos dedicó su vida a servir a la sociedad, desempeñándose como maestro de Educación Física y colaborador en cuerpos de rescate, como la Cruz Roja y el grupo Rescate y Auxilio Voluntario de la Mixteca. Además de su compromiso con la educación, mostraba un fuerte sentido de solidaridad y vocación de servicio a través de su labor como paramédico, donde apoyaba en situaciones de emergencia, ayudando a salvar vidas y asistiendo a personas en momentos críticos.
Hace un tiempo, Carlos tuvo que mudarse a Chignahuapan cuando su centro de trabajo fue reubicado en ese municipio. Decidido a seguir adelante y a buscar nuevas oportunidades, comenzó a trabajar en el turibús local para complementar sus ingresos y así poder brindar un mayor sustento a su familia. Este esfuerzo adicional demuestra su compromiso como padre y su dedicación a sus seres queridos.
Carlos estaba afiliado a la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), una organización que lamentó profundamente su pérdida y emitió un comunicado exigiendo justicia y el esclarecimiento de los hechos. Para el sindicato y sus colegas, Carlos era un ejemplo de responsabilidad y vocación docente, cuyo trabajo había impactado positivamente en muchas personas.
La noticia de su fallecimiento generó múltiples muestras de pesar en redes sociales, donde amigos, colegas, alumnos y vecinos destacaron el carácter amable y comprometido de Carlos. Recordaron que siempre estaba dispuesto a ayudar y que era un padre ejemplar, un profesor respetado y un miembro querido en Acatlán. Su partida deja un vacío en la comunidad y en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Hasta el momento, no se ha confirmado si el cuerpo de Carlos será trasladado a Acatlán de Osorio para ser sepultado en su lugar de origen, aunque sería un tributo final adecuado para un hombre tan apreciado en su comunidad. Este lamentable incidente ocurrió la tarde del 4 de noviembre, cuando Carlos y su compañero de trabajo, el propietario de un turibús identificado como Omar N., fueron atacados a balazos mientras transitaban por el centro de Chignahuapan. Carlos falleció en el lugar del ataque, mientras que Omar fue trasladado al hospital, donde lamentablemente también perdió la vida.
La comunidad espera que se haga justicia para Carlos y que las autoridades logren esclarecer este trágico acontecimiento, el cual ha dejado una huella de tristeza y desconcierto.