María acabó con la vida de su abuelo con el fin de quedarse con su casa en Acatlán.
María Liliana, en complicidad con un hombre aún no identificado, cometió el asesinato de su abuelo Joel, de 72 años, con el objetivo de quedarse con su casa en Acatlán de Osorio, Puebla. Tras 11 años prófuga, fue detenida por las autoridades y condenada a 37 años y seis meses de prisión por homicidio calificado.
El crimen, que sacudió a la comunidad de San Vicente Boquerón, ocurrió el 2 de abril de 2012. Joel era un hombre conocido y respetado en su vecindario, dedicado a las labores del campo y al cuidado de sus animales. Aquella tarde, después de alimentar a su ganado, fue sorprendido en el patio de su casa por su nieta y un cómplice. Según la investigación, el hombre inmovilizó a Joel mientras María Liliana, en un acto de extrema frialdad, le cortó el cuello con un cuchillo, provocando una muerte instantánea. Luego, arrastraron el cuerpo hacia una habitación de la casa, donde lo dejaron oculto, huyendo rápidamente del lugar.
Diez días más tarde, los vecinos alertaron a las autoridades sobre un fuerte olor proveniente de la propiedad de Joel. Al entrar, los agentes encontraron el cuerpo en avanzado estado de descomposición. La autopsia confirmó que había sido asesinado de manera brutal.
Las investigaciones iniciales no lograron ubicar a los responsables, y tanto María Liliana como su cómplice desaparecieron sin dejar rastro. No fue hasta más de una década después, el 5 de agosto de 2023, que los agentes investigadores de la Fiscalía General de Puebla lograron localizar a María Liliana en el barrio de San Rafael, en el mismo municipio de Acatlán de Osorio. La detención se produjo tras una serie de investigaciones que finalmente la vincularon al crimen de su abuelo. Durante el arresto, María Liliana no opuso resistencia, pero su cómplice sigue en paradero desconocido.
La sentencia se dictó el 12 de septiembre de 2024, después de un proceso judicial en el que se presentaron pruebas contundentes, incluyendo testimonios y evidencia forense. El juez determinó que María Liliana era culpable de homicidio calificado, un delito que implica premeditación, ventaja y traición. Esta condena incluye una pena privativa de libertad de 37 años y seis meses.
Durante la conferencia de prensa del 19 de septiembre de 2024, la fiscal en Investigación Regional, Elva Rocha Patiño, destacó que la búsqueda del hombre que actuó como cómplice sigue activa y que se esperan más avances en la investigación. “Este es un caso que nunca dejamos de investigar. La justicia puede tardar, pero finalmente llega”, declaró la fiscal, señalando que aún confían en capturar al segundo implicado.
Este caso ha generado gran conmoción en Acatlán de Osorio, una comunidad pequeña donde los lazos familiares son fuertes y donde es difícil concebir un acto tan violento dentro del propio núcleo familiar. La historia de María Liliana y Joel se ha convertido en un ejemplo del impacto devastador de los conflictos familiares y la codicia, y ha puesto de relieve la importancia de seguir luchando contra la impunidad, sin importar cuánto tiempo pase desde la comisión de un crimen.