El calentamiento climático intensifica los desastres naturales en 2024
El 2024, el año más cálido jamás registrado, se ha visto marcado por desastres naturales exacerbados por las consecuencias del cambio climático. Desde el pequeño archipiélago francés de Mayotte hasta Arabia Saudita, pasando por las ciudades europeas y los barrios superpoblados de África, las catástrofes han golpeado a todas las regiones, empeoradas por el calentamiento global.
Según la red de científicos World Weather Attribution (WWA), la mayoría de los desastres naturales analizados en los últimos 12 meses han sido intensificados por las emisiones de gases de efecto invernadero, producto de la actividad humana. “Los impactos del calentamiento climático nunca fueron tan claros ni tan devastadores como en 2024. Vivimos en una nueva era peligrosa”, afirmó Friederike Otto, climatóloga de WWA.
Canículas extremas
Las olas de calor fueron una de las amenazas más mortales de este año. En junio, más de 1,300 peregrinos musulmanes perdieron la vida durante el Hach en Arabia Saudita, donde las temperaturas alcanzaron los 51.8 °C. Otros países también vieron los efectos devastadores del calor extremo, como Tailandia, India y Estados Unidos.
En México, la canícula causó la muerte de decenas de monos aulladores en el sur del país. En Pakistán, millones de niños fueron obligados a quedarse en casa cuando el termómetro superó los 50 °C. Grecia vivió una ola de calor precoz en junio, con temperaturas superiores a los 40°C, lo que llevó al cierre de la Acrópolis y alimentó numerosos incendios, marcando el inicio del verano más caluroso jamás registrado en Europa.
Inundaciones
El calentamiento climático también ha intensificado las lluvias torrenciales. En abril, Emiratos Árabes Unidos experimentó el equivalente de dos años de lluvia en un solo día, lo que provocó grandes inundaciones que paralizaron el aeropuerto de Dubái.
En África, las lluvias históricas dejaron más de 1,500 muertos y afectaron a millones de personas en el oeste y centro del continente. Además, países como España, Afganistán, Rusia, Brasil y China también vivieron devastadoras inundaciones durante este año.
Ciclones y huracanes
El aumento de la temperatura en la superficie de los océanos ha fortalecido los ciclones tropicales. En la temporada 2024, varios huracanes, como Milton, Beryl y Helene, azotaron el sur de Estados Unidos y el Caribe. Filipinas sufrió seis grandes tormentas al final del año, mientras que el supertifón Yagi impactó al sudeste asiático en septiembre.
El ciclón Chido, que afectó a Mayotte y Mozambique en diciembre, habría sido menos potente si no fuera por el cambio climático, según estudios preliminares.
Sequías e incendios
El cambio climático también ha provocado fenómenos extremos de sequía, que han afectado a regiones de América y desencadenado grandes incendios forestales en el oeste de Estados Unidos, Canadá y el Amazonas. La sequía en el sur de África ha amenazado a unos 26 millones de personas con inseguridad alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Pérdidas económicas
Estos fenómenos meteorológicos extremos han causado miles de muertes y empeorado las condiciones de vida de muchas poblaciones. Las pérdidas económicas globales por desastres naturales alcanzaron los 310 mil millones de dólares en 2024, según la aseguradora Swiss Re. Solo en Estados Unidos, los daños superaron los mil millones de dólares en lo que va del año. En Brasil, la sequía causó pérdidas agrícolas por 2,700 millones de dólares entre junio y agosto, mientras que la producción mundial de vino alcanzó su nivel más bajo desde 1961, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).